Me han contado una historia muy curiosa y particular que tiene como protagonistas a un hombre y una mujer que compartían una extraña obsesión por los pies, aquí la comparto con ustedes... Se conocieron por Twitter. El se hacía llamar simplemente Fabricio. Ella @raveliazamas. O mejor dicho “Ravelia la Quesona”.  A él la cuenta le llamó la atención pues parecía ser de una fetichista de los pies. Y no es fácil encontrar una chica a la que le guste el fetichismo de los pies.  Se hicieron muy amigos. Chateaban hasta altas horas de la noche. Pero él, o sea Fabricio, sospechosa que quizás ella no era ella. Que era un travesti. Y le pidió a Ravelia que le enviará su voz. Al principio a Ravelia no le gustó el pedido. Y se negó a hacerlo. Hasta bloqueó la cuenta de Fabricio. Pero este continuó insistiendo creando otras cuentas. Finalmente Ravelia aceptó. Y no solo le envío el mensaje de voz, no uno sino varios, además acordaron un encuentro carnal. Y como Fabricio vivía en Paraná.